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La crema de calabaza es una opción reconfortante y deliciosa para cualquier momento del año. Su textura suave y su sabor dulce y ligeramente ahumado la convierten en una receta versátil que puede adaptarse a diferentes preferencias culinarias. En esta entrada, te compartiré una receta fácil de crema de calabaza que podrás preparar en poco tiempo y deleitar a tus comensales.
Ingredientes:
1 calabaza mediana
1 cebolla picada
2 dientes de ajo picados
2 zanahorias en rodajas
4 tazas de caldo de verduras
1 taza de crema de leche
Sal y pimienta al gusto
Aceite de oliva
Semillas de calabaza tostadas (opcional, para decorar)
- Preparación de la calabaza:
Lava la calabaza, córtala por la mitad y retira las semillas.
Pela la calabaza y córtala en trozos pequeños.
- Sofrito de cebolla, ajo y zanahoria:
En una olla grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio.
Agrega la cebolla picada y el ajo picado. Cocina hasta que estén dorados y fragantes.
Añade las rodajas de zanahoria y cocina por unos minutos más.
- Cocción de la calabaza:
Agrega los trozos de calabaza a la olla y revuélvelos con el sofrito de cebolla, ajo y zanahoria.
Vierte el caldo de verduras en la olla y lleva la mezcla a ebullición.
Reduce el fuego y deja que la calabaza se cocine a fuego lento hasta que esté tierna y fácil de triturar con un tenedor.
- Triturado y cremosidad:
Retira la olla del fuego y permite que la mezcla se enfríe un poco.
Utiliza una batidora de mano o una licuadora para triturar la calabaza y los vegetales hasta obtener una textura suave y cremosa.
Regresa la mezcla a la olla y añade la crema de leche. Remueve bien para incorporarla.
Calienta la crema de la calabaza a fuego medio-bajo durante unos minutos, revolviendo ocasionalmente. Añade sal y pimienta al gusto.
- Servir y decorar:
Vierte el puré de calabaza en tazones individuales para servir.
Opcionalmente, decora con semillas de calabaza tostadas para darle un toque crujiente y decorativo.
¡Y ahí lo tienes! Una deliciosa crema de calabaza lista para disfrutar. Puedes servirla caliente acompañada de pan crujiente o incluso como una sopa fría en los días más cálidos.